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  • Enredo Humano

    Mi cuerpo reacciona al recuerdo ardiente de tu piel frotando la mía. Cierro los ojos y me basta para llegar a aquel lugar, aquel momento en el que con tan solo un beso, se derretía todo ante el calor de nuestro deseo. Tus dedos rozando mi espalda, mi lengua buscando tu cuello, tus manos sobre mis senos y tú dentro de mí. Al compás del frenesí, de las ganas de devorarnos, la fricción se hacía inevitable. Fuimos un enredo humano, hambrientos de placer. Nos bañamos en sudor y saliva, nos faltaron labios para tantos besos, explotamos juntos en el final anhelado. Y cuando pasó el cansancio, fuimos por más. Lo recuerdo y te vuelvo a desear. Vuelvo a tocarte, a sentirte, a tenerte, pero en mis recuerdos nada más.

  • 𝐑𝐞𝐭𝐚𝐳𝐨𝐬 𝐃𝐞 𝐓𝐮𝐬 𝐑𝐞𝐜𝐮𝐞𝐫𝐝𝐨𝐬

    Debo pedirle a mi piel que te olvide, y a mi memoria que te revive, quiero pedirle que ya no me envíe retazos de recuerdos. Mi mente sabe que tú ya no existes. De mi universo te fuiste, pero mi alma me insiste en traerte a mi presente a pesar de que sabe cuánto me dueles. Por duro que haya sido tu paso fugaz por mi vida, ocupaste demasiado espacio en mi ser. Me enamoré sin querer, me soñé junto a tí, no lo puedo negar. Haber sido tuya me vuelve vulnerable. No tuve ocasión de dedicarte una canción, pero te he escrito mil poemas con la esperanza de que te lleguen como mensajes en una botella, y así algún día puedas leer todo el sentimiento que te dediqué. Tal vez así tu piel también despierte y recuerde mi calor, mi olor, mis caricias. Si pudiera colarme en tus sueños, no lo dudes, me comería tu boca a besos, te cabalgaría con más pasión que nunca, perfumaría con tu sudor mi cuerpo. Te haría el amor con tal entrega, que al despertarte dudarías si sólo fue un sueño. Se que es solo una ilusión que al final solo me deja retazos de tus recuerdos.

    ℱℯ𝓁𝒾𝓏 𝒸𝓊𝓂𝓅𝓁ℯ𝒶𝓃̃ℴ𝓈

  • 𝐒𝐢𝐞𝐦𝐩𝐫𝐞 𝐑𝐞𝐠𝐫𝐞𝐬𝐨

    No me rendiré ante las batallas que se presenten. No agacharé la cabeza, ni ocultaré la grandeza que me brinda el ser mujer. Soy raíz y tronco, soy la virtuosa creación de la naturaleza que me dió la encomienda de ser vida y dar vida. Soy fuerte, aguerrida, enamorada, noble, sensibles. Pero también soy dolor, sacrificio, locura, incoherencia, drama. No cerraré las puertas de mi alma, no perderé mi escencia ni cargaré armaduras pesadas en mi corazón. Soy una soñadora consciente de la realidad. A veces indomable como fiera, pero con quién lo merece, soy el más noble de los seres. De vez en cuando me pierdo, pero siempre regreso más firme, más fuerte, más mujer.

    Y sí, regresé…

  • Mi Confesión

    Perdóname por ofenderte con mi amor. Perdóname. Mi intención nunca fue quererte, pero debías saber lo que sentía mi corazón. Quise sincerarme y desnudé por tí mi corazón. No sé porqué pudo ofenderte el saber que yo te quiera. Con la frente en alto y aún con el alma en quiebra, me alejo de ti para siempre. Ya tu existencia no estará incómoda con mi presencia. ¡Pero qué ingenua fuí! No me perdonaré jamás por haber sido sincera. Por haber desnudando el corazón con mi absurda confesión. Gracias por enseñarme que las máscaras y las armaduras no deben dejarse caer. Aprenderé a caminar nuevamente con mi disfraz de mujer imponente, aunque por dentro esté sintiendo que te voy a seguir queriendo. Perdóname.

  • Porque Así Es La Vida

    Hay locuras que merecen ser vividas sin ser contadas. Y otras tantas locuras que hay que vivirlas de cara al mundo. Hay lágrimas de las que nadie se entera, y lágrimas que son inevitablemente derramadas. Algunas por el dolor de un alma tan apesadumbrada que no soporta una herida más. Otras que nacen de la alegría de un corazón que reboza dicha. Hay miradas que esconden secretos, y sonrisas que ocultan tristeza. Existen canciones que llegan al fondo de tu ser, y otras que solo te hacen bailar por tres minutos. Hay amores que arrasan con todo. Con tu alma, tu conciencia, tus suspiros. Y amores que te destrozan en un pestañear. Porque así es la vida. Tempestuosa, arrolladora, efímera. Hoy te lleva hasta la gloria montado en una nube de mentiras, y mañana te arrastra al infierno con toda la crueldad de una dura verdad. Para bien o para mal, así es la vida.

  • 1 De Octubre

    𝗦𝗶𝗲𝗺𝗽𝗿𝗲 𝘀𝘂𝗽𝗲 𝗰ó𝗺𝗼 𝗲𝗿𝗮𝘀, 𝗽𝗲𝗿𝗼 𝗾𝘂𝗶𝘀𝗲 𝗰𝗼𝗻𝗾𝘂𝗶𝘀𝘁𝗮𝗿𝘁𝗲. 𝗧𝗲 𝗱í 𝗱𝗲 𝗺í 𝗹𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝗷𝗮𝗺á𝘀 𝗹𝗲 𝗱í 𝗮 𝗻𝗮𝗱𝗶𝗲. 𝗧𝗲 𝗱í 𝗺𝗶 𝘃𝗶𝗱𝗮. 𝗖𝗼𝗻𝗼𝗰𝗶𝘀𝘁𝗲 𝗱𝗲 𝗺𝗶 𝗹𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝗷𝗮𝗺á𝘀 𝗺𝗼𝘀𝘁𝗿é. 𝗬 𝘁𝘂 𝗰𝗼𝗻𝘃𝗲𝗿𝘁𝗶𝘀𝘁𝗲 𝗻𝘂𝗲𝘀𝘁𝗿𝗮 𝗵𝗶𝘀𝘁𝗼𝗿𝗶𝗮 𝗲𝗻 𝘂𝗻 𝘃𝘂𝗹𝗴𝗮𝗿 𝗰𝘂𝗲𝗻𝘁𝗼 𝗱𝗲 𝗺𝗲𝗻𝘁𝗶𝗿𝗮𝘀. 𝗦𝗮𝗯𝗲𝘀 𝗾𝘂𝗲 𝗱𝗲𝘀𝗱𝗲 𝗮𝗵𝗼𝗿𝗮 𝗻𝗼 𝗺𝗲 𝘃𝗲𝗿á𝘀 𝗷𝗮𝗺á𝘀. 𝗗𝗲𝘀𝗱𝗲 𝗾𝘂𝗲 𝘁𝗲 𝗳𝘂𝗶𝘀𝘁𝗲, 𝗵𝗲 𝘃𝗶𝘀𝘁𝗼 𝘀𝗮𝗹𝗶𝗿 𝗲𝗹 𝘀𝗼𝗹, 𝗵𝗲 𝘀𝗮𝗹𝗶𝗱𝗼 𝗮 𝘀𝗮𝗹𝘂𝗱𝗮𝗿𝗹𝗲 𝘆 𝗮 𝗽𝗲𝗱𝗶𝗿𝗹𝗲 𝗽𝗲𝗿𝗱ó𝗻. 𝗣𝗲𝗿𝗱ó𝗻 𝗽𝗼𝗿 𝗮𝗯𝗮𝗻𝗱𝗼𝗻𝗮𝗿𝗹𝗼 𝘆 𝗻𝗼 𝗮𝗱𝗺𝗶𝗿𝗮𝗿𝗹𝗼 𝗲𝘀𝘁𝗮𝗻𝗱𝗼 𝗰𝗶𝗲𝗴𝗮 𝗽𝗼𝗿 𝘁í. 𝗔𝗯𝗮𝗻𝗱𝗼𝗻𝗮𝘀𝘁𝗲 𝗲𝗹 𝗰𝗮𝗺𝗶𝗻𝗼 𝗮𝗻𝘁𝗲𝘀 𝗱𝗲 𝗽𝗼𝗻𝗲𝗿𝘁𝗲 𝗹𝗼𝘀 𝘇𝗮𝗽𝗮𝘁𝗼𝘀. 𝗠𝗲 𝘃𝗶𝘀𝘁𝗲 𝗳𝗿á𝗴𝗶𝗹, 𝘁𝗼𝗻𝘁𝗮. 𝗔𝗽𝗿𝗼𝘃𝗲𝗰𝗵𝗮𝘀𝘁𝗲 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗹𝗮𝗻𝘇𝗮𝗿 𝗹𝗮 𝗴𝗿𝗮𝗻𝗮𝗱𝗮 𝗾𝘂𝗲 𝗱𝗲𝘀𝘁𝗿𝗼𝘇ó 𝗹𝗼 𝗽𝗼𝗾𝘂𝗶𝘁𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝗻𝗼𝘀 𝗾𝘂𝗲𝗱𝗮𝗯𝗮. ¿𝗬 𝗮𝗵𝗼𝗿𝗮, 𝗾𝘂é 𝗽𝗮𝘀𝗮𝗿á? 𝗘𝘀𝗼 𝗲𝗹 𝗱𝗲𝘀𝘁𝗶𝗻𝗼 𝗹𝗼 𝗱𝗶𝗿á. 𝗘𝘀 𝗺𝗲𝗷𝗼𝗿 𝗾𝘂𝗲 𝘆𝗮 𝗻𝗼 𝗻𝗼𝘀 𝘃𝗲𝗮𝗺𝗼𝘀 𝗷𝗮𝗺á𝘀. 𝗤𝘂𝗶𝗲𝗿𝗼 𝗿𝗲𝗰𝘂𝗽𝗲𝗿𝗮𝗿 𝗲𝗹 𝘁𝗶𝗲𝗺𝗽𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝘁𝗲 𝗱𝗲𝗱𝗶𝗾𝘂é. 𝗦𝗶 𝗹𝗼 𝗽𝗶𝗲𝗻𝘀𝗼 𝗯𝗶𝗲𝗻, 𝘁𝗮𝗺𝗯𝗶é𝗻 𝗾𝘂𝗶𝗲𝗿𝗼 𝘃𝗼𝗹𝘃𝗲𝗿 𝗮 𝗮𝗺𝗮𝗿.

  • El bosque, la cabaña y yo

    No recuerdo si me pesaba el cuerpo o el alma. Sólo sabía que en mi espalda llevaba una roca gigante y llena de elementos que no tenía ganas de discutir con nadie. El bosque estaba algo triste. No era tan verde como la última vez que vine. Recuerdo que esa vez, él vino conmigo. Ya frente a la puerta de la cabaña, decidí por fin entrar. ¡Qué raro! La cabaña no estaba como la recordaba. Estaba desordenada, sucia y la decoración me parecía fea. Pero el cansancio pudo más y me fuí directo a la cama. Enseguida cerré los ojos y me quedé dormida. ¡No era posible! ¡Había dormido veinticuatro horas seguidas! Salté de la cama y me fuí a comer. Tenía hambre y llevaba días alimentándome mal. No tenía apetito. Ahora tenía tanto que hacer que no podía pensar en mis problemas. Después de aquel largo descanso, me sentía mucho más liviana. Aunque no puedo negar que la tristeza de vez en cuando llegaba a visitarme y me hacía recordar mi dolor. No es fácil cuando te traiciona la persona que más amas. Es triste que lo que un día fue un gran amor, hoy se haya convertido en dolor. La negación duró poco. Pero me extrañaba a mí misma. Y no me iría de aquel bosque hasta encontrarme. Así que comencé a limpiar. Empecé por lavar los platos y dejar la cocina reluciente. Saqué las plantas muertas que había puesto en la sala, busqué nuevas semillas y sembré plantas nuevas. Saqué todas las sábanas y las eché a la basura. Una vez que limpié la habitación, coloqué una nuevas que compré en el camino. Encontré una vela con delicioso olor a lavanda, la encendí y la puse en la pequeña sala que ya estaba como nueva. Poco a poco fuí terminando mi primer día sola y alejada del mundo. Estaba cansada, pero sentía que mis pulmones se desintoxicaban en aquel lugar. Me dí un largo baño, y a dormir. Mañana había mucho por hacer.


    ¡Arriba! Ya a las seis de la mañana estaba despierta y con ganas de seguir con mi propósito; limpiar… Fuí despacio camino a mi habitación. «Aquí hacen falta flores», fue lo que vino a mi mente. Pero luego recordé que tenía una cita conmigo. Una cita que había postergado ya demasiado. Llegó la hora de mi encuentro con el espejo. Me miré y estudié cada parte de mi. «Soy sumamente imperfecta» pensé. Y algo realmente mágico sucedió. No sentí vergüenza, no me dió pena mi desnudez, no me avergoncé de mi figura, ni mi pelo, ni mi piel. Y llegaron los pensamientos intrusivos «Esa ropa te queda fatal», «¿Vas a salir así a la calle?», «Qué corte tan horrible». Y grite ¡»BASTA»! El eco de mi voz retumbó por el bosque. Fue un grito liberador. Me sentí por fin completamente liviana. Y nuevamente frente al espejo, encontré a una mujer hermosa, sin necesidad de la aprobación de nadie, sobre todo, sin necesidad de volver a escuchar las críticas de aquel que decía amarme. Dejé mi pelo suelto, usé mis jeans más cómodos, mis tenis favoritos y una camiseta vieja con un slogan que decía «I’m not perfect, I’m real».
    Me asomé por la ventana y para mi sorpresa, el bosque se veía mucho más alegre. Su verdor estaba de vuelta, y sus flores comenzaban a brotar. Sonreí de oreja a oreja al ver que había un montón de mariposas de visita en mi patio. En ese momento tomé una decisión que para mí era difícil y pero ya era necesario. Abrí de par en par la puerta de mi cabaña. Cerré los ojos y dejé que la brisa me acariciara. El viento se coló por las ventanas y sentí cómo corría por toda la cabaña. Como si bendijera todo a mi alrededor. Una abundante paz me recorrió en cuerpo y alma. Las lágrimas que salían de mis ojos eran de alegría. Pasó lo más maravilloso de este mundo. Sonreí. Después de mucho tiempo, volví a sonreír. Me abracé a mí misma y sentí la inmensidad del amor. Un amor que no me dió nunca nadie, un amor puro y real. Me había olvidado de mí, pero mi encuentro conmigo misma se dió sin buscarlo, en el lugar y el momento perfecto. Sin nadie alrededor, solo que el bosque, la cabaña y yo.

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  • En Una Hora

    No le entregué mi cuerpo, pero dejé que me tocara el alma. Aquella sensación de vacío desapareció justo en ese instante. Me pregunté entonces ¿Cuántas veces realmente tu y yo hicimos el amor? ¿Cuántas veces fue sólo sexo? ¿Cuántas veces lo sentí como una obligación? Me quedé en aquel momento justo donde estaba, dejando a un lado las preguntas. Me dejé llevar por sus miradas, su sonrisa me drogaba cada vez más. Aquel hombre jamás me puso un dedo encima, pero me quitó la sensación de abandono con la que cargaba. Me dió de repente, en una hora, la paz que jamás he sentido contigo. Hubo algo de magia en aquel lugar. Un sitio simple, nada ostentoso. Un lugar pequeño y cálido. Me deje acurrucar por la atmósfera que era nueva para mí. Hablé, y él me escuchó atentamente. Incluso reía de las cosas que frente a tí nunca diría porque me sentiría ridícula. Sin embargo, para él yo era simpática, divertida. Nunca creí en eso de que los ojos son la puerta del alma. ¡Descubrí la verdad en sus ojos! Él me miraba con ojos cristalinos, transparentes, puros. Ví su alma ¡Tocó mi alma! Bendigo la lluvia que me hizo correr hasta allí. Bendigo la taza de café que nos acercó y me llevó a conocer otro tipo de placer.

    En una hora llegué tan lejos como no imaginas, como contigo jamás pude. ¡Y tú siempre empeñado en buscarme el punto G! Ese día de lluvia me bastó para saber que nunca tuve contigo lo primordial; conexión. Sentí tristeza cuando el cielo se despejó, sabía que era hora de despedirme. Mi cabeza se volvió un enredo y me cuestioné mis sentimientos. ¿Acaso te fuí infiel? ¿Sentir esa intimidad con otro hombre me convertía en una mujer infiel? Regresé al momento que se acercaba de manera inevitable, él vió como mis lágrimas brotaron de mis ojos diciendo todo lo que sentía. El lo entendió sin yo decir una palabra. Ahora siento que fue un error aquel abrazo de despedida. Me abrazó fuerte, pero con tanta ternura. No puedo describir la conexión que en una hora me unió a él. Le dije «no quiero que termine». El secó mis lágrimas, sonrió a la vez que me miraba fijamente. «Soy solo alguien que tenías que conocer. Y tú siempre serás la mujer que cualquier hombre quisiera. Jamás lo dudes». Se dió la vuelta y se marchó. Lloré muchísimo, lloré sin consuelo hasta quedar libre de penas. Era evidente, tu yo jamás seremos un «para siempre». En una hora, con un desconocido encantador, descubrí que contigo había llegado el momento del «hasta nunca».

  • Rectificar

    Cada experiencia, buena o mala, acaba siempre por enriquecernos. Tal vez no lo veas en el momento, pero creo que de eso se trata. De aprovechar tus vivencias para aprender. Pasarás por la vida de muchas personas que harán relucir lo mejor de ti. Igual muchos sacaran tu lado más oscuro. Harás daño y te harán daño. Pero todo tiene un propósito; crecer espiritualmente. Todos tenemos derecho a una nueva oportunidad, a reescribir nuestra historia desde el amor y sabiéndonos imperfectos. Siendo consientes de que nos vamos a equivocar muchas veces más. Aquellos que te amen sabrán destacar siempre tus virtudes y justo por eso te amarán. Los que no, solo destacarán tu lado negativo como si la perfección existiera. A esa gente no la necesitas en tu vida. Es tu deber decidir quien merece estar en tu camino. Aquéllos que te recuerden siempre lo que de verdad vales a pesar de tus defectos, serán los mejores amigos que podrás encontrar. Como dicen por ahí: «caer está permitido, levantarse es obligatorio.» Todos merecemos la oportunidad de rectificar.

  • 𝑺𝒖𝒔𝒑𝒊𝒓𝒐𝒔 𝑫𝒆 𝑬𝒙𝒕𝒂𝒔𝒊𝒔

    Acércate y observa cómo arden mis ojos cuando te tengo cerca. Recorre mi cuello con tu mano, detente en mi pecho, y siente lo fuerte que haces latir mi corazón. Bésame con dulzura, rodea mi cuerpo con tus brazos, vas a sentir cómo mi respiración se va convirtiendo en suspiros de éxtasis y deseo. Ya me tienes entre tus brazos, lista para entregarme. Acaríciame el vientre con tu lengua y desciende. Si arqueo mi espalda es porque ya me urges, ya no aguanto, es el momento de recibirte dentro de mí.

    Estoy flotando en una nube de placer y exitación. Siento tu dureza, tu hombría, esas ganas de no parar. Tomo el control y te beso como si no hubiera un mañana. Te miro a los ojos mientras voy en busca de ese momento que sé que has esperado tanto. Te escucho gemir, decir mi nombre. Te siento temblar de placer mientras te derramas. La noche apenas comienza, y hoy lo quiero todo o nada. Pero solo contigo. Saciarnos uno del otro. Por si no existiera un mañana.

  • 𝐄𝐭𝐞𝐫𝐧𝐚 𝐀𝐦𝐢𝐠𝐚

    Si tan solo entendieras los que duele este vacío que me dejas en el alma, cada vez que hablamos y me agradeces por ser tu amiga. No sé si de verdad no te das cuenta, o es crueldad. No sé si no he dado durante todos estos años las señales correctas, o tal vez conoces mis sentimientos y no me quieres herir con una falsa respuesta. Porque nunca me has visto como yo te veo a ti. Esa ha sido una de mis más grandes verdades, uno de mis más pesados lastres, un secreto que todos saben. ¿Porqué soy tan invisible ante tus ojos? ¿Porqué no me ves? ¿Porque rechazas mi amor? Toda una vida en la que solo te he pedido una oportunidad. ¿Imaginas lo que duele? ¿Imaginas lo fuerte que es tenerte en frente, desear besarte y no poder? ¿Sabes cuántas noches he soñado que me haces el amor? He deseado tanto que me digas que me veo hermosa, que soy todo lo que anhelabas, la mujer que siempre soñaste. Esta mujer a la que llamas «amiga». Esta «amiga» que te ama con toda el alma.